Valledupar





Desde el año 2003 iniciaron las canchas en Valledupar, las cuales aumentaron el deporte en la población.



Canchas sintéticas, un nuevo gol en negocios 





Cali cuenta con ocho campos de grama artificial, en los que se organizan partidos aficionados y torneos oficiales. El precio por una hora de encuentro oscila entre $35.000 y $85.000. El montaje de una sola cancha puede costar $150 millones. 



Camisetas, banderas y escudos de equipos de todo el mundo invaden por esta época los hogares de millones de aficionados contagiados por la ‘fiebre’ del fútbol. Una pasión que no mide distancias y que, especialmente en estos días previos al Mundial, desborda las fronteras alemanas e inunda cada rincón del planeta. 


Ciudades de diferentes países viven su propio ‘mundialito’ y Cali no es la excepción. En los campos de material sintético los caleños han encontrado la mejor plaza para jugar el famoso ‘picadito’ y, a la sombra de esa nueva tendencia, se ha forjado un negocio que cada vez gana más clientes. 

Fue hace ocho años cuando muchos balones comenzaron a pasear por la alfombra verde de canchas de ‘fútbol 5’ que miden 31 x 21 metros. Desde entonces, el número de aficionados que ha dejado atrás las tradicionales canchas de cemento o césped polvoriento de los parques públicos va en ascenso. 

El precio por la comodidad y seguridad que ofrece el gramado artificial oscila entre $35.000 y $85.000 la hora, y la forma en que se paga es acordada por los dos equipos. 

“Jugar en una cancha sintética es lo mejor; si uno se cae, no se raspa. La verdad es muy cómodo y por eso es que uno paga”, asegura Julián Garcés, un aficionado que aprovecha los ratos libres después de clases para convocar a sus compañeros a Euforia, uno de los ocho campos de juego sintético que hay en Cali. 

El lugar cuenta con tres canchas iluminadas y rodeadas por mallas de diez metros de alto, que evitan la salida del balón. 

La idea del negocio surgió después del viaje de nueve amigos a Argentina. “Allá las canchas artificiales abundan y, conociendo la pasión del caleño por el fútbol y la escasez de espacios para jugarlo, cómo no pensar que sería un buen proyecto”, comenta el gerente de Euforia, Javier Gutiérrez. 

Y lo es. Por eso otros nombres como Papi Fútbol, Blue Field, El Pascualito, El Universitario, La Academia y Chipifútbol son cada vez más reconocidos como ‘templos’ del fútbol entre los caleños amantes del balón. 

Chipifútbol, ubicado en el norte de Cali, será este mes la sede del ‘mundialito’, torneo que jugarán en sus instalaciones algunas empresas de la ciudad. 

El número
$7 millones puede costar un torneo de 50 partidos, en el que se incluye arbitraje, petos, balón, series estadísticas y premiación.



La inversión. La mayor demanda en estas zonas de juego se presenta entre las 7:00 p.m. y las 11:00 p.m., principalmente los martes, miércoles y jueves, cuando en promedio cerca de 30 equipos esperan su turno para jugar cada noche. 



El precio del alquiler en este horario se encuentra entre $75.000 y $85.000 la hora, sin contar con el consumo de bebidas y alimentos por parte de los asistentes. 


A la luz de esas cifras, la idea de montar una cancha de fútbol sintética resulta atractiva. Pero ¿cuánto puede costar un proyecto de este tipo? 

Para comenzar, el lugar debe ser bastante amplio, pues cada cancha ocupa un espacio de, aproximadamente, 700 metros cuadrados, y “si es alquilado, lo ideal sería contar con un mínimo de dos o tres canchas, de lo contrario no sería tan viable”, asegura Yajaira Gaviria, gerente comercial de Chipifútbol. 

El alquiler de estos lotes, que generalmente miden más de 5.000 metros cuadrados, está entre $7 millones y $9 millones mensuales. Por otra parte, el montaje de una sola cancha, incluyendo grama, arco, mallas e iluminación, puede costar cerca de $150 millones. 

Y, además, cada mes se debe cancelar por servicios un valor estimado de $2 millones, más el salario a los empleados que colaboran con el aseo, mantenimiento, ventas, vigilancia y atención al público. 

Aún así, todo es recompensado. Aparte de la comodidad que ofrecen las canchas de grama artificial, la pasión por el fútbol es suficiente para que los aficionados cumplan con su cita casi obligatoria de cada semana. 

Al parecer, después de una larga jornada de estudio o trabajo, un ‘picadito’ se convierte en la mejor opción para 

desestresarse y liberar energías, sin importar cuál sea el campo de encuentro. 

Lo único seguro es que la ‘fiebre’ por el balompié, además de aumentar la temperatura durante estos días próximos a la fiesta del gol en Alemania, ha abierto cancha en la capital vallecaucana a una nueva actividad comercial. 

La misma en la que el fútbol ya abrió el marcador en el campo de los negocios. 


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